martes, 23 de abril de 2013

Flores & Prats, Edificio 111. Terrassa

Fuente: Tectonica Blog


La manzana es parte del plan del arquitecto Manuel Solà Morales para definir los nuevos límites de la ciudad de Terrassa. El proyecto se sitúa frente a un paisaje natural caracterizado por una fuerte topografía tallada por una pequeña corriente de agua a lo largo del tiempo.


El edificio presenta una fachada más alta hacia la ciudad y dos alas de menor altura hacia el paisaje. En el centro de esta manzana semiabierta se sitúa un patio concebido como plaza pública; en ella se establecen los pasajes de entrada, todas las viviendas miran hacia ella, y en ella se abren pozos de luz para llevar la luz natural hasta el aparcamiento.

Uno de los temas de este proyecto son sus espacios intermedios y de transición. Las diferentes tipologías de viviendas gozan, en todos los casos, de ventilación cruzada, se desarrollan entre las dos fachadas, y están caracterizadas por espacios abiertos organizados por los módulos de cocina y por terrazas de geometrías muy diferentes. Las terrazas se agrupan verticalmente, erosionando la fachada, aunque en algunos casos se proyectan sobre los pasajes de acceso y la plaza interior. Estos pasajes, en planta baja, cortan los diferentes volúmenes para formar una secuencia de espacios públicos y privados.

En su perímetro, la manzana manifiesta el gradiente de las calles adyacentes que lleva de la ciudad al paisaje. El tratamiento del hormigón armado moldeado busca e intensifica la relación con el paisaje creando una fachada marcada por las sombras y el relieve, preparando el edificio para ser visto desde la lejanía, desde las orillas del curso de agua de Gripia.

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